En el fútbol, a veces para avanzar hay que ir más despacio. El que tenga alguna duda, que vea el tape de Independiente-River. El River de Simeone era vertiginoso, casi que prescindía de la pausa y tenía muy poco de cerebral, era más bien dinámico, ofensivo y bien vertical. El River de Gabriel Rodríguez mostró otra cara: pausa, abrió mucho más la cancha y supo leer mejor el juego. Quizá no fue tan vertiginoso, pero sí más vistoso. Además, y no es un dato menor, jugó mucho mejor y dejó cuatro veces a sus delanteros en las narices de Fabián Assmann, que después Falcao y Salcedo hayan concretado o no, es otro tema.
El equipo ayer se vio más fresco. Robert Flores no tuvo un gran partido pero fue el símbolo del cambio, desde los pies del uruguayo, más los aportes de Abelairas y Augusto Fernández, quienes ayer hicieron un gran partido, nació la pausa que River pedía a gritos. Desde esa pausa, ese pensar antes de pasar el balón, River se dio cuenta de que Independiente atrás era frágil y que Salcedo y Falcao, moviéndose a las espaldas de los centrales rojos, sólo iban atener que empujarla. Así, Flores, Augusto y Abelairas supieron dar la última estocada para dejar cara a cara al compañero.
Ayer se vio juego asociado, más de tres pases seguidos para adelante, búsqueda del compañero mejor ubicado, cambios de frente, pases al vacío y se vio algo que venía faltando y que al parecer fue la clave de la victoria de ayer: los volantes tuvieron mucho criterio para jugar la pelota. A esto se le sumó que Ferrari y Villagra subieron bien, quizá no mucho, pero sí bien.
Así se debe seguir de aquí en más. En el primer tiempo, River jugó a lo River: Toque, precisión, desgastar al rival, moverlo hasta ver el hueco y ahí parte la puñalada para que los puntas hagan su trabajo. Bien, River, éste es el camino. Y bien Gabriel Rodríguez, quien desde la paz que transmite desde afuera, calma al equipo. Esto no es una crítica a Simeone. El equipo del "Cholo" tenía la apuesta más audaz del fútbol argentino, quizás ésta sea un poco más “temerosa” dentro de ese contexto. Pero a River con los jugadores que tiene le calza mejor jugar así que con el vértigo como estandarte. Ante argentinos se confirmará si esto fue un espejismo o si vientos de cambio futbolístico sobrevuelan, de una vez por todas, el Monumental.
River cortó la racha de 12 partidos sin victorias y logró su segundo triunfo en el Apertura. Ahora comparte la última posición con Godoy Cruz, ambos con 13 puntos. Además, River llevaba cuatro años sin llevarse las tres unidades en su visita a los equipos grandes.
Independiente (4-3-1-2): Walter Fabián Assmann; Ricardo Moreira, Damián Ledesma, Guillermo Rodríguez y Lucas Mareque; Lucas Pusineri, Adrián Calello y Leonel Ríos; Federico Higuaín; Daniel Montenegro (capitán) y Leonel Núñez. DT: Miguel Angel Santoro.
Suplentes: Adrián Gabbarini, Juan Caracoche, Angel Puertas y Sergio Vittor.
River Plate (4-4-2): Mario Daniel Vega; Paulo Ferrari, Facundo Quiroga, Eduardo Tuzzio (capitán) y Cristian Villagra; Augusto Fernández, Oscar Ahumada, Matías Abelairas y Robert Flores; Santiago Salcedo y Radamel Falcao García. DT: Gabriel Rodríguez.
Suplentes: Gonzalo Marinelli, Gustavo Cabral, Martín Galmarini y Gustavo Bou.
Gol: ST, 20m Radamel Falcao García, de cabeza.
Cambios: ST, 11m Mauro Díaz por Robert Flores (RP), 19m Damián Luna por Federico Higuaín (I), 26m Darío Gandín por Lucas Mareque (I), 29m Diego Barrado por Santiago Salcedo (RP), 31m Patricio Rodríguez por Lucas Pusineri (I) y 43m Andrés Ríos por Radamel Falcao García (RP).
Amonestados: PT, 16m Oscar Ahumada (RP). ST, 15m Mauro Díaz (RP) y 17m Adrián Calello (I). Expulsados: no hubo.
Cancha: Estadio Presidente Juan Domingo Perón, local Independiente.
Campo: muy bueno. Público: 27.000.
Recaudación: no fue suministrada.
Arbitro: Federico Beligoy.
Asistentes: Gustavo Esquivel y José Zdonek.
Asistente deportivo: Cristian Benítez.
